Un equipo de médicos estadounidenses y argentinos liderado por el español Francisco Quintana ha hallado la relación entre la hormona menatonia y la actividad de la esclerosis múltiple
Un grupo liderado por Francisco Quintana, del Centro Ann Romney de Enfermedades Neurológicas en el Hospital Brigham (BWH), en Boston (Estados Unidos), y sus colaboradores han descubierto que la melatonina (una hormona implicada en la regulación del ciclo sueño-vigilia de una persona) puede influir en la actividad de la esclerosis múltiple.
Al analizar primero los posibles factores ambientales y luego en modelos preclínicos de la esclerosis múltiple, el equipo de investigación encontró una explicación al hecho de que los síntomas de esclerosis múltiple parecen mejorar en invierno y empeorar en verano, lo que podría conducir a una mayor comprensión de la enfermedad, y optar al uso de tratamientos más certeros para los pacientes.
Los investigadores, cuyos hallazgos se publican en Cell, advierten de que este trabajo no significa que los pacientes con esclerosis múltiple deban empezar a tomar suplementos de melatonina, un fármaco imperfecto, sino que este nuevo enfoque puede ser visto como un primer paso hacia terapias mejores y más específicas.
Los investigadores señalan que este nuevo enfoque puede ser visto como un primer paso hacia terapias mejores y más específicas
«Sabemos que para la esclerosis múltiple y otras enfermedades autoinmunes, tanto los factores genéticos como ambientales juegan un papel importante, pero en la última década, las investigaciones se han centrado sólo en el lado genético de la ecuación. Queríamos ver qué factores ambientales podrían informar acerca de esta enfermedad. Sabíamos que la actividad de la esclerosis múltiple cambia con las estaciones. Lo que hemos descubierto ofrece una explicación de por qué sucede», apunta.
Trabajando en estrecha colaboración con sus colegas en el Centro para la Investigación sobre Enfermedades Neuroinmunológicas (CIEN) en el Instituto Raúl Carrea de Investigaciones Neurológicas (FLENI) en Argentina, encontraron que durante el otoño y el invierno, el grupo de 139 pacientes con esclerosis múltiple remitente recidivante analizado experimentó una mejora significativa en los síntomas (un fenómeno que se ha observado en estudios previos).
Posteriormente, el equipo exploró una variedad de factores ambientales que se han propuesto como posiblemente relacionados con síntomas de la esclerosis múltiple, incluyendo los niveles de vitamina D, la incidencia de los rayos UVA y las infecciones del tracto respiratorio superior. Pero el factor que se relacionó consistentemente con la gravedad de los síntomas de esclerosis múltiple fue la melatonina.
Se sabe que los niveles de melatonina se correlacionan con la duración del día, de forma que durante los días más largos de la primavera y el verano, los niveles son más bajos, y durante los días más cortos del otoño y el invierno, los niveles son más altos. Sobre la base de esta observación, el equipo analizó esta iniciativa en el laboratorio, investigando el papel que la melatonina puede jugar en un nivel celular.