El tratamiento precoz en la esclerosis múltiple es básico porque el tejido cerebral dañado y las capacidades perdidas no se recupera, según Xavier Montalbán, jefe de neurología-neuroinmunología del Hospital Vall d’Hebron de Barcelona, que participa en el 23 Congreso Europeo de Neurólogos.
Montalbán ha dicho a Efe que se están buscando fármacos para regenerar el tejido dañado, «pero que todavía no hay nada que sirva para contrarrestarlo», y ha insistido en «diagnosticar y tratar de inmediato porque recientemente se ha visto que los daños y el valor de la atrofia cerebral sirve como predictor de la discapacidad a largo plazo».
La esclerosis múltiple es una enfermedad neurológica degenerativa y crónica del sistema nervioso central que afecta a más de 46.000 personas, y que en España tiene una incidencia de unos cien casos por cada 100.000 habitantes.
En esta enfermedad el sistema inmunológico ataca la mielina, una sustancia que rodea y protege las neuronas, y cuando esto sucede, los impulsos neuronales se transmiten mal provocando síntomas como la pérdida de movimiento, problemas cognitivos, insensibilidad al tacto o pérdida de control de los esfínteres.
El doctor Montalbán ha remarcado que ahora se puede medir la atrofia cerebral y ver cómo evoluciona el primer año, y que «una novedad de la que se ha hablando mucho en este encuentro de Barcelona es que esta evolución se relaciona con el estado de capacidad al cabo de unos años».
Este neurólogo, una autoridad internacional en la esclerosis múltiple, ha recordado que el catálogo de fármacos es cada vez mayor y más preciso, y que ya hay un nuevo interferón pegilado para administrar cada dos semanas, o cada mes, que es más eficaz que el interferón actual.
También hay nuevos fármaco como el dimetilfumarato, que según los datos de más 2.000 pacientes, da muy buenos resultados en la disminución del numero de brotes, y en la progresión de la enfermedad y las variables de resonancia magnética.
Sobre fármacos, el equipo del doctor Montalbán ha presentado en este congreso un trabajo hecho con 160 pacientes que señala que más del 20 % de los enfermos que dejan bruscamente los tratamientos sufren un efecto rebote que les genera brotes de gravedad.
Los estudios revelan que hay un 20 % que tiene un rebrote radiológico y un 10-15 % sufre un rebrote clínico, lo que supone que una de cada cuatro o de cada cinco personas que se deja de medicar de repente, por embarazo o por miedo a complicaciones, sufre un rebote.
Con los medicamentos actuales se bloquea durante mucho tiempo la entrada de células inmunes en el sistema nervioso central, y al parar la medicación hay una entrada masiva de células que producen un mayor efecto inflamatorio del que cabría esperar.
El doctor Montalbán ha explicado que en este congreso una de las enfermedades de las que más se ha hablado ha sido de la esclerosis múltiple, y que se han presentado datos muy contundentes que apuntan a la misma dirección. «Diagnosticar y tratar enseguida. Ahora el 50% se diagnostica el primer día de los brotes por los criterios radiológicos y clínicos que se emplean, pero hay que diagnosticar más», ha dicho.
Para Montalbán, en lo que han coincidido los asistentes es que en mucha patología neurológica como alzheimer, parkinson, ictus, o esclerosis, «tienen un proceso degenerativo final que se maneja mal porque no somos capaces de hacerlo mejor, y que hay que poner en marcha iniciativas multidisciplinares para conocer mejor el mecanismo de la progresión».
Fuente: www.ecodiario.com