El doctor Rafael Arroyo González es neurólogo, jefe de servicio del Hospital Universitario Quirón de Madrid y lleva aproximadamente dos décadas dedicado a la investigación de la esclerosis múltiple. Gracias a su labor investigadora ha dirigido más de 80 ensayos clínicos internacionales y tiene más de un centenar de publicaciones tanto a nivel nacional como mundial referidas a esta enfermedad. Referente en el estudio de esta patología, ha compartido sus conocimientos con afectados, médicos, investigadores y estudiantes en el curso de verano organizado por la Universidad de Castilla-La Mancha bajo el título ‘Nuevas perspectivas de futuro para la Esclerosis Múltiple’. Su apuesta, seguir trabajando en formas de diagnóstico precoz y en tratamientos regeneradores.
¿Cuál es el mapa actual de la esclerosis múltiple?
Es una enfermedad que se considera grave, que afecta en torno a los 47.000 pacientes a nivel nacional y es la patología neurodegenerativa más importante en adultos jóvenes.
¿Hacia dónde va la investigación de esta enfermedad? Actualmente no tiene cura, pero ¿se está avanzando en su estudio?
Es fundamental saber que la investigación va en busca de fórmulas cada vez más precoces para un diagnóstico más temprano y más seguro. Se está trabajando en buscar marcadores y biomarcadores que nos puedan predecir la evolución de la enfermedad, el diagnóstico temprano y la posible respuesta a tratamientos. Por ello, una de las grandes líneas de trabajo e investigación es encontrar esos marcadores en la sangre, en el líquido cefaloraquídeo, en el cerebro con resonancias magnéticas, para que nos hagan una especie de carnet de identidad previo del paciente y así poder aplicar los mejores tratamientos con los menores riesgos para el afectado.
Pero, a nivel de calle, para el diagnosticado que convive con la enfermedad, ¿qué panorama hay en cuanto a medicamentos?
Desde este punto de vista la investigación de nuevos medicamentos en esclerosis múltiple es la más avanzada en todas las enfermedades neurológicas; en estos momentos hay cerca de una docena de tratamientos, que la mayoría son muy novedosos. Pero lo más importante es que cada vez la investigación está avanzando más y hay más posibilidades.
Tal vez lo más novedoso es ver que controlemos mejor a los enfermos que tienen brotes con los menores efectos secundarios y además cada vez ser capaces de controlar esas formas progresivas de enfermedad que tienen un mayor componente degenerativo y que aún no tenemos tratamientos eficaces.
¿Ya existen medicamentos en esta línea, se sigue avanzando en la farmacología?
Se están probando medicinas o medicamentos que puedan tener un hipotético papel neuroregenerador pero aún estamos en este sentido en los inicios. Los nuevos fármacos neuroregeneradores probablemente sean el futuro más importante para la mayoría de los pacientes.
En las jornadas en las que ha participado se ha puesto de relieve la importancia de la actividad deportiva para mejorar la calidad de vida de los afectados, algo que hace no mucho tiempo estaba casi prohibido prescribir.
Hay que valorar la importancia de las actividades deportivas como complemento. Es básico que el método científico se estudie también en ámbitos tan importantes como es la rehabilitación integral, la fisioterapia y el deporte. Se está viendo que desde el punto de vista científico se puede demostrar la importancia que tiene la actividad física, bien dirigida por especialistas de rehabilitación o fisioterapia, o bien dirigida por personas dedicadas al deporte, para la mejora de la calidad de vida de los pacientes.
¿Pero todos los afectados podrán acceder a esta nueva tendencia?
Prácticamente todos los pacientes se pueden beneficiar de todo tipo de terapias y fisioterapias, incluido el deporte, porque es una práctica que realmente se debe recomendar a todos los pacientes en la medida de sus posibilidades.
Tal vez lo novedoso de estas jornadas es ver que la ciencia está demostrando que el deporte es algo que añadido a las terapias puede ayudar mucho a los pacientes y en ese sentido se va a ver ese tipo de actuaciones.
Hasta ahora los dos ámbitos en los que se trabajaba con un afectado era la medicación y la fisioterapia. ¿Se abre un nuevo ámbito con el deporte?
Pues cada vez se hace mejor la medicación, cada vez se hace mejor la fisioterapia, pero también creo que cada vez se debe coordinar y orientar mejor y más científicamente el deporte, que lógicamente en estos pacientes es muy importante.
En muchos casos, el diagnóstico de una esclerosis múltiple se ha dilatado en el tiempo, con las consiguientes molestias y problemáticas que pueden generarse para el afectado. ¿Se está mejorando también este aspecto?
Con la información que tienen en general la población, los médicos de cabecera y otros especialistas médicos cada vez se tarda menos en diagnosticar una esclerosis múltiple; sobre todo en el sentido de que ciertos síntomas de alarma son mejor entendidos y los pacientes son derivados a neurólogos expertos en esclerosis múltiple mucho antes. Con las técnicas nuevas de resonancia magnética también se ha avanzado, porque hacen que, con una sintomatología clara y un estudio del líquido de la espalda, se pueda diagnosticar en días la enfermedad.
¿Qué pasa a nivel social? ¿Se conoce la enfermedad?
Es muy importante que la sociedad se conciencie bien sobre esta enfermedad y que muchas veces el diagnóstico temprano es muy importante para un tratamiento temprano, que va a beneficiar a largo plazo al paciente.