Un nuevo estudio, realizado por científicos de la Fundación Kessler y publicado en la revista PLOS ONE, arroja luz sobre los mecanismos que subyacen a la fatiga cognitiva en personas con esclerosis múltiple.
Este es el primer estudio que utiliza técnicas de neuroimagen para investigar aspectos de la fatiga cognitiva.
La fatiga cognitiva es la fatiga como consecuencia del trabajo mental más que del trabajo físico.
El estudio investigó los correlatos neurales de la fatiga cognitiva en la esclerosis múltiple utilizando tres métodos de neuroimagen:
1.Imágenes por resonancia magnética funcional (fMRI), que permite a los investigadores buscar dónde la activación cerebral se asocia con una tarea o una experiencia.
2.Imágenes por tensor de difusión (DTI), que permite a los investigadores examinar la salud de la materia blanca del cerebro.
3.Morfometría basada en voxel (VBM), que permite a los investigadores estudiar los cambios estructurales en el cerebro
Estos tres enfoques fueron utilizados para examinar qué tan probable es que un individuo reporte fatiga («rasgo» de fatiga), así como la fatiga que un individuo siente en el momento («estado» de fatiga). Este estudio es el primero en utilizar técnicas de neuroimagen para investigar estos dos aspectos separables de la fatiga.
Según explica la Dra. Helen M. Genova, científico de investigación en Neuropsicología y Neurología de la Fundación Kessler:
«Buscamos específicamente la relación entre los índices de fatiga informados por el afectado y las medidas objetivas de la fatiga cognitiva mediante estudios de neuroimagen».
«La importancia de este trabajo radica en el hecho de que se demuestre que la sensación subjetiva de fatiga puede estar relacionada con la activación cerebral en regiones específicas del cerebro. Esto nos proporciona una medida objetiva de la fatiga, lo que tendrá un valor incalculable cuando empecemos a probar intervenciones diseñadas para aliviar la fatiga » .
En el experimento 1, los pacientes fueron explorados durante la ejecución de una tarea diseñada para inducir fatiga cognitiva. Los investigadores analizaron la actividad cerebral asociada con el «estado» de fatiga.
En el experimento 2, se utilizó la técnica de imagen DTI para examinar en qué parte el daño de la sustancia blanca del cerebro correlaciona con el aumento del «rasgo» de fatiga de las personas con esclerosis múltiple, según lo evaluado por la Escala de Severidad de la Fatiga (FSS).
Los resultados de los experimentos 1 y 2 apoyan la función de un sistema cortical estriado- tálamo -frontal en la fatiga, lo que sugiere un «sistema de fatiga» en la esclerosis múltiple.
Según dijo el Dr. John DeLuca, vicepresidente de Investigación y Formación de la Fundación Kessler:
«La identificación de una red de regiones cerebrales relacionadas con la fatiga podría replantear la construcción actual de la fatiga cognitiva y ayudar a definir la fisiopatología de este síntoma multifacético todavía difícil de tratar en la esclerosis múltiple».
«La repetición de estos resultados con muestras de mayor tamaño será un paso importante.»
Fuente: e! Science News
Fuente: www.redpacientes.com