Un equipo de Neurología, con la colaboración de la empresa Neocodex, avanza hacia el diseño de un test genético para el diagnóstico precoz de la enfermedad. El equipo de investigación que dirige el neurólogo Guillermo Izquierdo en el Hospital Virgen Macarena ha dado un paso más en la lucha contra la esclerosis múltiple, una grave enfermedad neurodegenerativa que provoca discapacidad y que hoy en día no tiene curación. Con la colaboración de la empresa especializada en leer ADN Neocodex, ubicada en la Cartuja, el equipo de Izquierdo ha logrado identificar dos genes implicados en la aparición de la esclerosis múltiple. Para ello, el equipo sevillano ha estudiado la genética de 300 pacientes.
«Un tercer gen se encuentra en estudio, en estos momentos, ante la sospecha de que también esté vinculado a esta patología neurológica», explica el doctor Izquierdo, que permanece a la espera de que se patenten los resultados. En el ámbito mundial, los científicos que avanzan en esta línea tratan de descifrar las anomalías genéticas que dan lugar a la esclerosis múltiple. Se han detectado ya 50 genes implicados en esta compleja enfermedad. «El objetivo de estos estudios es crear un test genético que permitirá diagnosticar la enfermedad, a tiempo, en las primeras fases», explica el especialista. Cuanto antes se detecte y se trate la esclerosis múltiple, más eficaz será la terapia. «Si se trata al inicio, el 50% de los pacientes no llegan a tener brotes», añade Izquierdo. Los síntomas más frecuentes son pérdida de visión, temblor, fatiga, problemas de memoria o concentración. El progresivo deterioro neuronal provoca, con el transcurso de los años, que los enfermos queden postrados en sillas de ruedas.
La esclerosis múltiple ataca al cerebro y a la médula espinal. El problema comienza con una inflamación que lesiona la mielina encargada de proteger a las neuronas. Es el propio sistema inmunitario el responsable de este daño: una anomalía lleva a los linfocitos a atacar por error a la mielina, al confundir esta capa que cubre a las neuronas con un elemento extraño. Los tratamientos actuales están diseñados para evitar que los linfocitos del sistema inmunitario continúen atacando por equivocación al propio organismo. «Cuanto antes se trata a los pacientes menor es el daño neuronal, que es irreparable», comenta el responsable de la investigación.
El diseño definitivo del test genético para el diagnóstico precoz se espera en el plazo de un lustro. En estos momentos, los investigadores tienen previsto comprobar los resultados obtenidos con casos italianos para validar los hallazgos.
Otra línea de investigación en la que trabaja Guillermo Izquierdo apunta al líquido cefalorraquídeo, donde «estamos buscando biomarcadores para evitar tratamientos inútiles y agilizar las terapias». Los biomarcadores son como códigos de barra de las proteínas, que pueden dar las pistas sobre la evolución de la enfermedad para actuar de manera preventiva.
La utilización de células madre con fines terapéuticos centra la tercera investigación de este equipo médico en la que también participan especialistas del Hospital Carlos Haya y del Cabimer. Se trata de un ensayo clínico triple ciego en el que participan 30 pacientes, cuyos resultados se conocerán en el plazo de año o año y medio. En el ámbito mundial alrededor de 1.000 pacientes participan en ensayos de este tipo que pueden abrir un camino hacia la curación de la esclerosis múltiple.
Fuente: www.diariodesevilla.es
NOELIA MÁRQUEZ | ACTUALIZADO 09.05.2011