Washington, 29 ene (EFE).- Científicos de la Universidad Northwestern de Chicago (Estados Unidos) descubrieron un posible tratamiento para reducir la incidencia de la esclerosis múltiple (EM) en mujeres, que sufren esta enfermedad en mayor proporción, según un estudio publicado hoy en la revista especializada PNAS.
Hasta ahora, era conocido que la testosterona, hormona que los hombres producen en niveles más altos, proporciona protección ante esta enfermedad, pero no se sabía cómo.
El nuevo estudio determinó de qué manera esta hormona protege a los varones y cómo las mujeres pueden aprovecharse de ello, con un tratamiento menos invasivo que los actuales.
«Este hallazgo podría conducir a un tipo completamente nuevo de terapia para las mujeres con EM, menos invasivo y con menos efectos secundarios», señaló en su artículo la investigadora principal, Melissa Brown, profesora de Inmunología en la Universidad Northwestern.
A través del estudio de modelos de ratón con esclerosis múltiple, los científicos demostraron que la testosterona produce mastocitos, un tipo de célula inmunitaria que fabrica la molécula protectora, la citocina IL-33.
Esta molécula desencadena altas cantidades de sustancias químicas que impiden el desarrollo de un tipo de célula, llamada th17, que ataca a la mielina, lo que provoca grados variables de discapacidad física.
Cuando los ratones hembra con enfermedad fueron tratados con esta molécula protectora, sus síntomas fueron eliminados, según los resultados del estudio.
«Esto sugiere un mecanismo para explicar la reducida incidencia de esclerosis múltiple y otras enfermedades autoinmunes en los hombres en comparación con las mujeres», detalló Brown.
De hecho, las mujeres padecen la EM entre tres y cuatro veces más que los varones, en gran medida porque sus niveles de producción de testosterona son ocho veces menores. Además de una mayor incidencia de EM en las mujeres, ellas desarrollan esta enfermedad a una edad más temprana y tienen un curso de enfermedad remitente-recurrente, en el que los brotes son imprevisibles y pueden aparecer síntomas en cualquier momento.
Los hombres sufren EM más adelante en la vida, en etapas donde producen menos testosterona.
«Hemos identificado objetivos celulares y moleculares nuevos y más específicos para la intervención inmune, que esperamos conduzcan a mejores terapias que dejan la mayor parte del sistema inmunológico intacto», apuntó Brown, que dijo que esta vía de protección «también debe estudiarse en otras enfermedades autoinmunes con tendencia femenina».
El descubrimiento se originó gracias a un error afortunado en el que se utilizaron ratones machos en lugar de ratones hembra porque un estudiante graduado aún no había aprendido a identificar los genitales, casi imperceptibles, de las crías de ratón macho.