La pandemia del coronavirus lleva con nosotros desde finales del 2019 y avanza rápido. Ahora bien, no solo avanza a galope produciendo infecciones (leves en buen porcentaje) sino que además interrumpe nuestros estilos de vidas, trabajo y a nivel de nuestro centro sociosanitario la paralización y cierre de las instalaciones, bloqueando los tratamientos de los usuarios a nivel integral, y creando un gran malestar e incertidumbre, al contagio, ya que se considera un colectivo de riesgo, teniendo en cuenta las patologías que en nuestro centro se tratan diariamente.
El temor a la infección o incluso a fallecer son los pensamientos más habituales en estos contextos y están alimentados por el miedo. Ahora bien, el hecho de que se nos pasen en algún momento estas ideas por la mente es normal. Y si ocurre sirve para un fin: para protegernos y proteger a los nuestros.
Lo que ya no es permisible es que estos pensamientos estén presentes de manera continuada y de forma obsesiva a lo largo de cada día. Algo así nos paraliza y alimenta el pánico. ¿Qué podemos hacer en estas circunstancias?
Lo que deberíamos hacer sería seguir las indicaciones de forma responsable para evitar contagios, por lo que el riesgo se reduce drásticamente.
Aunque lo que limita y nos hace sufrir es la mente descontrolada, los pensamientos negativos que nos asaltan y debemos racionalizar. La dramatización de esta clase de pensamientos no nos ayuda a gestionar estas circunstancias tan desconcertantes, incoherentes y surrealistas que estamos atravesando en estos días inverosímiles. Si sientes que te sobrevienen pensamientos recurrentes que te provocan miedo intenta no anticipar lo peor; de otro modo aumentará tu miedo y crecerá la sensación de inseguridad.
- Muchas veces hemos tenido mucho miedo a que ocurriera algo desagradable y lo superamos con éxito o ni si quiera llego a suceder lo que nuestra mente nos decía, busca un recuerdo que corroboré que la situación que viviste, donde anticipabas consecuencias muy catastróficas no sucedió lo que tu mente pensaba, y además utilizaste recursos donde te sorprendieron la capacidad superación que utilizaste y te ayudaría a sobrellevar la situación actual.
- Realizar aquellas actividades que siempre nos han resultado gratificantes, que nos hacen sentir tranquilos con el propósito firme de disfrutar de ello adaptándolas a las recomendaciones del momento, jugar en familia, ejercicio en casa, escuchar música, cocinar, ver una película etc…
- Busca el apoyo y ayuda de nuestros familiares, amigos para poder expresar nuestros sentimientos, hablar de lo que nos preocupa lo que nos ayudará a liberar tensión y sentir que contamos con el apoyo de los demás. También conseguiremos obtener otros puntos de vista y otras alternativas de solución, así como desdramatizar la situación.
- Utiliza técnicas de relajación o respiración que te ayude a destensarnos física y emocionalmente, la que habitualmente entrenamos en el centro es la “técnica de relajación diafragmática”.
- Busca tu mantra, palabra llave, que bloquea el pensamiento negativo y trasmite tranquilidad. Ej: calma, todo pasará
Con la utilización de estas estrategias conseguiremos controlar el miedo a la incertidumbre, centrando nuestra mente en el aquí y ahora, vivir el día a día, y solucionar los problemas personales que nos afecten conforme vayan surgiendo las situaciones difíciles.
El ahora tener miedo es algo completamente normal pero debemos controlarlo, poner las emociones a nuestro favor y recordar cuáles son nuestras prioridades: la salud física y el bienestar psicológico.
Y recordar que las patologías con las que trabajamos en la Asociación de Esclerosis Múltiple, el estado emocional juega un papel prioritario en el estado físico, ya que consideramos que existe una conexión entre lo físico y emocional, por lo que es de vital importancia cuidar lo emocional para el buen funcionamiento o mantenimiento de los físico.
Jovita Marchante, Psicóloga y Neuropsicóloga del Centro Integral de Enfermedades Neurológicas de la Asociación de Esclerosis Múltiple.