Médicos estadounidenses definieron como un éxito la primera prueba en humanos de una vacuna basada en el ADN para combatir la esclerosis múltiple, luego de que los pacientes tratados dieron señales de mejoría. La prueba es el primer paso en el camino hacia la creación de un tratamiento eficaz contra esta debilitante enfermedad degenerativa.
La vacuna modera el funcionamiento del sistema inmunológico, que registra un exceso de actividad en las personas con esclerosis múltiple. La enfermedad es causada por un pequeño grupo de células inmunológicas que atacan el cuerpo tomando como blanco las cubiertas grasas de mielina que recubren a los nervios en el sistema nervioso central.
Luego de varios ataques, los nervios se ven destruidos. La cubierta de mielina es la que ayuda a que las señales que pasan por los nervios circulen con velocidad.
Médicos liderados por Amit Bar-Or, del Instituto Neurológico Montreal, de Canadá, idearon una vacuna que contiene a los filamentos de ADN que fabrican mielina.
En la prueba, se inyectó la vacuna en 30 pacientes durante lapsos de una, tres, cinco y nueve semanas, en tanto que la mitad recibió también una estatina para reforzar el efecto de la vacuna, que fue administrada con tres dosis diferentes.
Todos los pacientes del estudio sufrían de la forma más común de la enfermedad, conocida como esclerosis múltiple reincidente remitente, en la que los síntomas van y vienen por largos períodos, o empeoran de forma sostenida con lapsos de remisión.
Los médicos analizaron la sangre de los pacientes para ver cómo habían respondido sus sistemas inmunológicos. Vieron que había disminuido la cantidad de células inmunológicas que atacan de forma específica las cubiertas de mielina, así como el nivel de anticuerpos comprometidos con la enfermedad.
Los científicos se mostraron entusiasmados con los resultados, pero advirtieron que no se debe exagerar con lo descubierto en estas pruebas. “Hemos demostrado en esta primera prueba en humanos de la vacuna que el enfoque es seguro y es bien tolerado”, escribieron.
El equipo inició ahora una prueba de 12 meses con 290 pacientes. Si resulta exitosa, podría preparar el camino para otras vacunas basadas en ADN para otras dolencias como la diabetes Tipo 1 y la artritis reumatoidea.