Los nuevos autoinyectores han supuesto una mayor comodidad para el paciente, facilitando la adherencia necesaria para que la terapia sea efectiva. Neurólogos especialistas en esclerosis múltiple (EM) se han dado cita en un Forum Express organizado por Biogen Idec para analizar el cambio de paradigma en el tratamiento de esta enfermedad. El foro, celebrado en Madrid, ha sido dirigido por los doctores Rafael Arroyo, coordinador de la Unidad de Esclerosis Múltiple del Hospital Clínico San Carlos, de Madrid, y Óscar Fernández, director del Instituto de Neurociencias Clínicas y jefe de servicio del Hospital Universitario Carlos Haya, de Málaga.
En esta última década las enfermedades del cerebro han dejado de ser patologías incurables sobre las que nada se podía hacer, para ser enfermedades contra las que ya tenemos herramientas útiles que mejoran la vida de nuestros pacientes”, ha señalado Mar Tintoré, responsable asistencial del Centro de Esclerosis Múltiple de Cataluña (Cemcat) en el Hospital Vall d’Hebron, y moderadora de una de las sesiones del Forum Express.
La facilidad de administración es uno de los grandes aliados de la eficacia. Así ha ocurrido con Avonex Pen (nuevo dispositivo del interferón beta-1a intramuscular), que permite que el paciente puede autoinyectarse. “Todo lo que haga que el paciente sea más independiente y cumpla con el tratamiento es fundamental. Facilitar la administración para que no pierda ninguna dosis es algo imprescindible. Muchos de los pacientes que no tienen los resultados esperados es por una falta de adherencia adecuada y, sin una buena adherencia, es imposible que el tratamiento sea efectivo”, ha señalado el doctor Rafael Arroyo.
En este sentido, desde hace unos años, los anticuerpos monoclonales han aumentado considerablemente el grado de eficacia de las terapias. Entre estos agentes destaca natalizumab (Tysabri). Como ha explicado el doctor Fernández, “natalizumab es el fármaco más eficaz disponible hoy en día para el tratamiento de la esclerosis múltiple y consigue, en un porcentaje apreciable de pacientes, -37% en ensayos clínicos, pero 63% en la práctica clínica habitual- que queden libres de actividad de la enfermedad (sin clínica y sin actividad en la resonancia), lo que no es esperable con los demás fármacos”.
Esta eficacia a la hora de frenar la actividad de la enfermedad tiene como consecuencia que se evite el acúmulo de discapacidad, lo que mejora la calidad de vida de los pacientes. Entre los fármacos de administración oral, el dimetilfumarato acaba de obtener la opinión positiva del Comité para Medicamentos de Uso Humano (CHMP, en sus siglas en inglés) como tratamiento de primera línea para la esclerosis múltiple remitente recurrente (EMRR). “El dimetilfumarato es un fármaco oral que reduce hasta un 53% la tasa de brotes en pacientes con esta enfermedad”, ha resaltado la Dra. Mar Tintoré.
Problemas de movilidad
Pero en un tratamiento no sólo se busca la eficacia, sino también la seguridad. “Dimetilfumarato no se ha asociado a un mayor riesgo de sufrir infecciones u otras enfermedades autoinmunes, ni se ha asociado a un mayor riesgo de neoplasias. Los efectos secundarios observados son principalmente trastornos gastrointestinales y sofocos, en muchos casos reversibles”, ha añadido la doctora Tintoré.
La mejora de los problemas de movilidad de los enfermos con esclerosis múltiple -que sufren más del 70-80% de los pacientes en algún grado- es uno de los retos en los que se está trabajando. “En España, el fármaco fampridina está pendiente de comercializar. Este medicamento ha mejorado la velocidad al caminar, al menos, en un 50% de los de aquellos pacientes que tienen alteraciones en la movilidad. La introducción de este fármaco mejorará la calidad de vida”, ha concluido el doctor Arroyo.
Fuente: www.jano.es