Un fármaco contra la disfunción eréctil podría reducir los síntomas de la esclerosis múltiple, según un estudio realizado por investigadores de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) que se ha llevado a cabo en un modelo animal de la enfermedad.
El estudio lo ha realizado un equipo de investigadores del Instituto de Biotecnología y de Biomedicina de la UAB dirigido por la doctora Agustina García, en colaboración con un equipo del Instituto de Neurociencias de la UAB dirigido por el doctor Juan Hidalgo, según ha informado esta universidad en un comunicado.
El estudio, publicado en Acta Neuropathologica, demuestra que la mitad de los animales tratados con este fármaco, que tiene como principio activo el sildenafir y que se comercializa como Viagra, presentaron una recuperación total al cabo de 8 días de tratamiento.
Los científicos han observado que el fármaco disminuye la infiltración de células inflamatorias en la sustancia blanca de la médula espinal, reduce los daños en los axones de las neuronas y promueve la recuperación de la mielina.
Fuentes de la UAB han señalado que los investigadores esperan poner en marcha lo antes posible un ensayo clínico en pacientes, ya que se trata de un fármaco bien tolerado que ya se ha empleado para tratar la disfunción eréctil en algunos enfermos de esclerosis múltiple.
La esclerosis múltiple es una enfermedad crónica inflamatoria del sistema nervioso central muy común, que no tiene curación y que es una de las principales causas de discapacidad en adultos jóvenes.
Esta enfermedad se caracteriza por la presencia de múltiples focos en los que hay una pérdida de mielina, lo que dificulta la comunicación entre neuronas, y por la degeneración de neuronas en distintas áreas del sistema nervioso central.
El sildenafil, junto con el tadalafil y el vardenafil, forman parte de un grupo de fármacos vasodilatadores que se emplean para el tratamiento de la disfunción eréctil y la hipertensión arterial pulmonar.
Algunos estudios recientes en modelos animales de patologías del sistema nervioso central ya indicaban que estos fármacos, además de vasodilatación, pueden ejercer otras acciones neuroprotectoras y sugerían su posible aplicación terapéutica en el tratamiento de patologías neurológicas agudas, como accidentes cerebrovasculares, y crónicas, como el Alzheimer.
Otro estudio publicado por este mismo equipo en el 2010 en Journal of Neurochemistry ya demostraba que uno de estos inhibidores reducía la inflamación y el daño neuronal en un modelo animal que había sufrido un daño cerebral traumático.
Fuente: www.abc.es
Barcelona, 19 may (EFE).-