Washington, 18 ago (EFE).- El medicamento lisinopril, recetado contra la hipertensión, podría tener valor terapéutico contra la esclerosis múltiple, reveló un estudio divulgado ayer por la revista Proceedings of the National Academy of Sciences.
Científicos de la Escuela de Medicina de la Universidad de Stanford (California) descubrieron que el fármaco tiene efectos contra ambos trastornos en los ratones.
Según Lawrence Steinman, profesor de neurología y autor del estudio, se necesitan pruebas clínicas exhaustivas para determinar si la medicina puede tener el mismo efecto en los seres humanos.
No obstante, indicó su entusiasmo por el hecho de que se haya «podido demostrar que todos los objetivos del lisinopril están allí y listos para la manipulación terapéutica en las lesiones de la esclerosis múltiple en seres humanos».
La esclerosis múltiple es una enfermedad crónica del sistema inmunológico en el que el propio cuerpo destruye la mielina que protege las neuronas.
Eso provoca un mal funcionamiento de los nervios y puede llevar a la ceguera y la parálisis.
Steinman, quien sufre de hipertensión, indicó que al investigar la enfermedad descubrió que podría haber una vinculación entre la esclerosis múltiple y la hormona angiotensina que controla la constricción de los vasos capilares.
El grupo encabezado por Steinman inyectó a ratones con una sustancia que desarrolló en los roedores lesiones cerebrales similares a las de la esclerosis múltiple.
Cuando, antes de la inyección, se administró dosis de lisinopril equivalente a la recetada a seres humanos contra la hipertensión, los animales no desarrollaron la parálisis característica de la enfermedad.
Más aún, después de que los ratones desarrollaron los síntomas de la esclerosis múltiple, el lisinopril revirtió la parálisis, indicó el informe.
Las pruebas también revelaron que ese medicamento provocó la proliferación de células regulatorias T que previenen enfermedades inmunológicas, dijo el estudio.
Steinman indicó que es probable que esta proliferación sea un componente clave de la protección que proporciona el lisinopril por cuanto la infusión de las células regulatorias T fue suficiente para prevenir o revertir el proceso de la enfermedad en ratones.
Fuente: www.eleconomista.es