La Parálisis Cerebral (PC) se define como un grupo de trastornos del desarrollo del movimiento y la postura, causantes de la limitación de la actividad, que son atribuidos a una agresión no progresiva sobre un cerebro en desarrollo.
Esta lesión cerebral puede aparecer en el cerebro en los periodos prenatal (por ejemplo por prematuridad, enfermedades genéticas o hereditarias), en el parto (por falta de oxígeno en el cerebro, traumatismos) o en el periodoneonatal, en los primeros años de vida (infecciones como meningitis); ocasionando trastornos en el sistema nervioso central dando lugar a trastornos a nivel físico, cognitivo, sensorial, de la comunicación, perceptivos y/o de conducta, y/o por epilepsia, que pueden darse aisladamente o en conjunto. Se hacen diferentes clasificaciones dentro de esta patología: «En función del trastorno motor predominante y de la extensión de la afectación: PC espástica, PC discinética, PC atáxica, PC hipotónica, PC mixta.
«Según la gravedad de la afectación: leve, moderada, grave o profunda.
«Según el nivel funcional de la movilidad: nivel I-V según la GMFCS (Gross Motor Function Clasification System)
La parálisis cerebral es una de las patologías más susceptibles de tratamiento de fisioterapia.
El fisioterapeuta forma parte del equipo multidisciplinar que realiza la valoración y atención integral de las personas con parálisis cerebral. Es necesario una atención especializada, temprana e intensiva, sobre todo durante los primeros años, y un tratamiento de mantenimiento posterior. El tratamiento ha de ser individualizado, en función de la situación en que se encuentra la persona (edad, afectación motriz, capacidades cognitivas, patologías asociadas), teniendo en cuenta el entorno familiar y social.
Todo lo relacionado con el cerebro y su compleja función se va conociendo poco a poco, por lo que a lo largo de la historia los diferentes autores han ido creando y perfeccionando diversos métodos de tratamiento, algunos se han ido desechando por su ineficacia, y otros son los que se siguen manteniendo. Los métodos más utilizados actualmente son: el método de educación terapéutica o de Le Metayer y el concepto Bobath.
En general, el tratamiento debe realizarse lo más precozmente posible. El objetivo del mismo es favorecer la maduración del sistema nervioso y el desarrollo psicomotor del niño, a la vez que prevenimos las alteraciones ortopédicas (deformidades y contracturas). La familia ha de colaborar activamente en el tratamiento, por lo que tendremos que enseñarles la forma más eficaz de movilizar al niño y las posturas más adecuadas. Por otro lado, en el trabajo dentro de la sesión, estimularemos posturas, gestos y movimientos mediante juegos, de forma que realice las mismas cosas que un niño sano haría durante su desarrollo, adaptando todo a las características individuales.
Departamento de Fisioterapia de CIEN