Actualmente, se barajan cada día múltiples síntomas que podrían estar relacionados con la infección por COVID-19 y uno de los que se está investigando con fuerza por el alto porcentaje de pacientes que lo presentan es la disfagia, y como consecuencia de éste, la desnutrición.
La disfagia se conoce como la alteración o la dificultad para llevar el bolo alimenticio, sólido o líquido, desde la cavidad oral, hasta el estómago, cabiendo la posibilidad de que acabe erróneamente en la vía aérea respiratoria, causando por tanto una infección o neumonía.
Y la desnutrición es la perdida de reservas o debilitación de un organismo por recibir poca o mala alimentación, en este caso, como consecuencia de una disfagia previa.
Según los primeros estudios, un 53,1% de los pacientes ingresados por coronavirus han sufrido dificultad para tragar alimentos y bebidas y un 75% presentaba riesgo nutricional.
Por datos como estos, en las últimas semanas se ha relacionado la disfagia orofaríngea (DO) con la infección por SARS-CoV-2. En los pacientes ingresados en la unidad de cuidados intensivos (UCI) se relaciona con la intubación o ventilación mecánica, traqueostomías o sondas nasogástricas, y en los pacientes ingresados en planta con neumonía, infección respiratoria o insuficiencia respiratoria.
Las peores secuelas o complicaciones para estos pacientes son los riesgos de atragantarse y pasar parte del alimento a las vías respiratorias, lo cual puede dar lugar a una infección que se añade a la que provoca el COVID, y la malnutrición que viene de ingerir menos proteínas y calorías, lo cual podría dar el resultado de un peor pronóstico que los pacientes con COVID sin disfagia.
Para detectar la disfagia ha sido clave el papel de los investigadores y logopedas, destaca en Doctor Clavé, quien lleva a cabo esta investigación en el hospital de Mataró, ¨Al ser la Covid tan infecciosa no podemos hacer pruebas complementarias que provocan tos. Nos guiamos por síntomas clínicos: les preguntamos si se ha producido tos y atragantamiento al comer; y, en segundo lugar, veíamos cómo tragaban¨, comenta Clavé.
Alertan de la necesitad de detectarla y tratarla a tiempo, tanto en pacientes hospitalizados como en los dados de alta, ya que la mayoría de síntomas de la disfagia pueden pasar desapercibidos y de esa manera aumentarían los riesgos de malnutrición y de infecciones respiratorias.
BIBLIOGRAFÍA:
Rodríguez Acevedo, MN; Vaamonde Lago, P; González Paz, T; Quintana Sanjuás, A; González Cortés, MJ. Disfagia orofaríngea: actualización y manejo en poblaciones específicas (2018).
https://www.micof.es/ver/28247/disfagia-y-desnutricion-%C2nuevos-sintomas-de-la-covid-19.html
Departamento de Logopedia del Centro Integral de Enfermedades Neurológicas de la Asociación de Esclerosis Múltiple