Según datos de la Sociedad Española de Neurología, esta enfermedad afecta en España a unas 47.000 personas y cada año se diagnostican unos 1.800 casos nuevos. La esclerosis múltiple (EM) es la enfermedad neurológica discapacitante más frecuente en adultos jóvenes -la enfermedad suele aparecer en edades comprendidas entre los 20 y 40 años- y, según datos de la Sociedad Española de Neurología (SEN), en España la padecen unas 47.000 personas y cada año se diagnostican unos 1.800 casos nuevos. En su desarrollo intervienen diversos procesos de inflamación, desmielinización, y neurodegeneración, lo que hace que la expresión de la enfermedad, su pronóstico y la respuesta al tratamiento sea diferente en cada caso.

Aunque los síntomas de la enfermedad son variables, los primeros en manifestarse suelen ser la alteración de la sensibilidad (45%), la dificultad para coordinar movimientos (40%) y los trastornos visuales (20%). La esclerosis múltiple también presenta varias formas clínicas, aunque en un 85% de los casos, la enfermedad cursa al inicio con brotes o aparición brusca de síntomas neurológicos como los antes descritos, que, con el paso de los años, en un 40% de los pacientes pasa a tener un desarrollo progresivo.

Los avances que se han producido en los últimos años tanto en el diagnostico como en el tratamiento, han permitido controlar en muchos casos la enfermedad, retrasar la progresión de la discapacidad y mejorar la calidad de vida de las personas que padecen esclerosis múltiple, hasta el punto de que, aunque la discapacidad se puede presentar al inicio de la enfermedad, hoy en día es habitual que cuando se manifieste, lo haga tardíamente, transcurrido un periodo de 20 años o más desde su diagnóstico.

Se ha comprobado que los pacientes que obtienen el mayor beneficio de los tratamientos disponibles son aquellos que han comenzado a emplearlos en las primeras fases de la enfermedad. “Por eso», expone la Dra. Ester Moral, coordinadora del Grupo de Estudio de Enfermedades Desmielinizantes de la SEN, «es tan importante un diagnóstico precoz y conseguir una buena adherencia al tratamiento, así como completarlo cuando es necesario con otras técnicas de neurorrehabilitación. Actuar contra la enfermedad desde sus inicios es fundamental en la evolución que posteriormente ésta tendrá”.

Aunque la proporción de pacientes con una adecuada adhesión al tratamiento ha ido en aumento, esta sociedad calcula que al menos un 25% de los pacientes con esclerosis múltiple no cumple adecuadamente con él. “Los nuevos tratamientos y los nuevos mecanismos de administración de los mismos, han permitido no solo mejorar la respuesta de los pacientes a los mismos, sino facilitar la administración de la medicación y su cumplimiento. Se ha conseguido un seguimiento más estrecho al paciente y un asesoramiento individualizado para cada uno de ellos”, señala la Dra. Moral. “Sin embargo», añade,»aún existe un porcentaje de pacientes que, bien por olvidos a la hora de administrarse la medicación, o por otras complicaciones, incurren en ese incumplimiento”.

Respecto al futuro abordaje de la esclerosis múltiple, esta experta se muestra optimista. “Los avances que se están dando nos llevan a pensar que, en un futuro próximo, podremos conseguir estabilizar en mayor medida la enfermedad, o incluso recuperar parte de las funciones alteradas por enfermedad. Fármacos inmunomoduladores, neuroprotectores y neurorreparadores o terapias con células madre, podrían -entre otros- marcar su futuro abordaje, pero es necesario seguir apostando por la investigación”, concluye la Dra. Moral.

Fuente: www.jano.es 

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