Los déficit cognitivos más habituales encontrados en pacientes con Esclerosis Múltiple (EM)

La Esclerosis Múltiple – EM es una enfermedad inflamatoria desmielinizante crónica del sistema nervioso central. Es considerada como la enfermedad no traumática más prevalente y discapacitante que afecta a la población de adultos jóvenes y de mediana edad

Es cierto que los estudios diferenciales entre subtipos de EM encuentran diferencias en cuanto al patrón de afectación cognitiva, pero también es cierto que estas diferencias, habitualmente, lo son de carácter cuantitativo y no tanto cualitativo, es decir, que las funciones alteradas, en la mayoría de los estudios, son las mismas, tan sólo suele cambiar el grado de dicha afectación.

A lo largo de la historia de la EM no ha habido muchos estudios centrados en las alteraciones cognitivas de los pacientes, no tantos como los centrados en otros aspectos, sobre todo físicos.

Los pacientes con EM suelen presentar deterioro cognitivo: esto es así aproximadamente entre el 40 y 65% de los pacientes.

El deterioro cognitivo en la EM puede ser atribuido a la desconexión entre amplias áreas asociativas corticales y entre estructuras corticales y subcorticales, como tálamo y ganglios basales, debida a la desmielinización subcortical y la degeneración axonal.

Los déficit cognitivos más habitualmente encontrados en estos pacientes afectan a la atención sostenida, velocidad del procesamiento de la información, razonamiento abstracto, memoria, funciones ejecutivas.

En cualquier caso, el patrón de deterioro cognitivo que presentan estos pacientes no es uniforme,  no es homogéneo, existiendo bastante variabilidad inter-paciente.

En las fases iniciales  de la enfermedad el deterioro suele ser leve y puede pasar inadvertido a causa de varios factores: que pueda quedar enmascarado por las posibles alteraciones físicas y del estado de ánimo, que la preservación casi habitual del lenguaje nos haga pensar que las funciones cognitivas están también preservadas, y que el examen cognitivo no sea lo suficientemente fino y subestime el deterioro cognitivo leve.

Atención y Velocidad de Procesamiento: Las alteraciones en los procesos atencionales a menudo son unas de las primeras manifestaciones neuropsicológicas en Esclerosis Múltiple

Los pacientes no suelen mostrar una afectación global de la atención sino, más bien, una afectación de procesos atencionales específicos. En tareas de procesamiento automático y en la mayoría de tareas de atención focalizada y dividida en las que puedan controlar el ritmo de ejecución o en las que el número de respuestas o de estímulos es reducido suelen tener un rendimiento más o menos normal; sin embargo, rinden peor en las tareas de atención que requieran mayor esfuerzo.

Diversos estudios indican que el tipo de atención que suele resultar más afectado es la atención sostenida y no tanto en  la selectiva,  pero estos datos parecen depender de variables tales como el subtipo de EM, objeto de estudio del trabajo, instrumentos de medida utilizados, etc.

La velocidad de procesamiento de la información se afecta desde el inicio de la enfermedad, el enlentecimiento de la velocidad de procesamiento ha sido considerado como la principal alteración en el procesamiento de la información. Una consecuencia del enlentecimiento de la velocidad de procesamiento de la información es que estos pacientes habitualmente necesitarán más tiempo para comprender una instrucción o pensar en respuestas correctas en una gran variedad de circunstancias; estas alteraciones repercutirán directamente en la evaluación de aquellas funciones en las que se utilicen pruebas cronometradas, pudiendo éstas no reflejar alteración en la función que están midiendo sino en la velocidad de procesamiento.

Memoria: La memoria es una función muy sensible al daño cerebral, este hecho hace que sea una de las funciones más estudiadas en pacientes con EM. En cualquier caso, la alteración en la memoria de los pacientes con EM es un fenómeno complejo no homogéneo que puede aparecer en fases tempranas de la enfermedad. Sí podemos decir que, habitualmente, los resultados en memoria son peores en las formas progresivas de la enfermedad que en la remitente-recurrente. Habitualmente lo más afectado es la memoria episódica diferida, mientras que otros sistemas de la memoria, como la memoria semántica, la memoria implícita estarían preservados. Clásicamente se ha planteado que las alteraciones en la memoria en pacientes con EM se deben principalmente a la recuperación de la información almacenada en la memoria a largo plazo

Sin embargo, en otros trabajos se defiende que las alteraciones se deben más a problemas en los procesos de adquisición, codificación, u otros procesos, que en los de recuperación.

El tema de la afectación de los procesos de codificación como responsable principal de las dificultades de memoria en los pacientes con EM es objeto de debate y controversia.

Los estudios más recientes sugieren mayor importancia al déficit en la búsqueda y recuperación de la información almacenada, puesto que si los pacientes reconocen habitualmente la información presentada en tareas de reconocimiento se supone que la información fue codificada y almacenada, lo que podría plantear la posibilidad de descartar déficit en los procesos de codificación; pero tampoco es suficiente dicha información para descartar tales déficit .

Sintetizando toda esta información, podríamos decir que los estudios realizados en tal campo evidencian que los orígenes del déficit de memoria no están sólo relacionados con dificultades en los procesos de recuperación, sino que también estarían implicados los procesos de codificación y organización del material, de este modo, la recuperación estaría afectada secundariamente a los otros procesos, ya que si al registrar la información no se organiza y codifica claramente, es más probable que aparezcan problemas en el periodo de recuperación.

De cualquier manera, si el déficit se debe a fallos en la adquisición o, por otro lado, a la recuperación de la información, sigue siendo objeto de debate.

Funciones Ejecutivas: Distintas investigaciones han planteado que algunos componentes de las funciones ejecutivas se encuentran o se pueden encontrar afectados en los pacientes con EM

Además de la afectación de las funciones ejecutivas, las lesiones presentes en el lóbulo frontal también provocan alteraciones afectivas, comportamentales y en la personalidad.

La planificación es de gran importancia puesto que nuestra vida cotidiana está llena de situaciones que requieren tal función.

Los pacientes con EM tienen menos eficacia y comenten más fallos en tareas que necesiten ser planificadas.

También pueden presentar alteraciones en la capacidad para la toma de decisiones y solución de problemas.

En los pacientes con EM puede darse una pérdida del control de la inhibición, que pueden hacer aparecer reacciones inmediatas e incluso inadecuadas a distintos estímulos.

Otro componente frecuentemente afectado es la evocación categoríal, tanto a nivel fonémico como semántico.

La afectación de este componente puede explicarse por una dificultad generalizada en la estrategias para la recuperación de la información .

Diversos autores han hallado un peor rendimiento en pruebas de razonamiento abstracto y conceptual, encontrándose peores resultados en las formas progresivas de la enfermedad.

La memoria de trabajo está también alterada en los pacientes con EM.

Algunos autores sugieren que la memoria de trabajo verbal es más susceptible de afectación en EM que la memoria de trabajo visoespacial.

En cuanto a los componentes de la memoria de trabajo que están alterados no existe un acuerdo, algunos estudios proponen que las alteraciones en la memoria de trabajo se deben a un funcionamiento anormal del bucle fonológico; por el contrario, otros concluyen que la alteración podría ser secundaria a una afectación del ejecutivo central.

La flexibilidad cognitiva se encuentra afectada en estos pacientes, sobre todo en fases avanzadas de la enfermedad. A los pacientes les cuesta prever cambios y adaptarse a ellos.

Las afectaciones de las funciones ejecutivas o prefrontales repercuten directamente en la vida de los pacientes.

En ocasiones aparecen deterioro en la capacidad de relación, conductas de agresión verbal, falta de higiene personal, reducción de la curiosidad, falta de empatía, cambios en la energía, etc, lo que, evidentemente, afecta al funcionamiento cotidiano de estos pacientes.

Funciones Visoespaciales: Las alteraciones visoespaciales pueden ser algunos de los síntomas observados en el perfil neuropsicológico de las personas con EM aunque la naturaleza de estas alteraciones sigue sin resolverse, algunos autores consideran que podrían ser secundarias a la presencia de alteraciones visuales primarias como la neuritis óptica, que es muy frecuente en estos pacientes.

Es posible que la interrupción de estructuras corticosubcorticales en relación con la acumulación de daño neuroaxonal a lo largo de la evolución de la enfermedad podría explicar la alteración de la función integradora de la información visual y espacial, lo que le conferiría a esta afectación un valor diagnóstico de progresión

Las alteraciones en estas funciones no se atribuyen al enlentecimiento o torpeza motora, ni a limitada capacidad de la memoria de trabajo.

Lenguaje: En los pacientes con EM suele ser frecuente una relativa preservación del lenguaje  sugiriendo algunos autores que el motivo de no encontrar alteraciones en esta función sería la alteración neuropatológica predominantemente subcortical, aunque algunos estudios informan de un rendimiento peor en lenguaje en pacientes con EM cuando se les compara con controles sanos.

Algunos trabajos encuentran que cuando los pacientes tienen una alta afectación pueden aparecer trastornos en la denominación y comprensión.

En general, se ha asumido que los déficit pueden estar en relación con alteraciones en la velocidad de procesamiento de la información, aunque en esto también hay visiones contradictorias

Bibliografía: revista psicología científica

Departamento de psicología y neuropsicología de CIEN

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