Segunda sesión: Memoria

En la programación de un plan de rehabilitación de la memoria, resulta imprescindible tener en cuenta que ésta mantiene una estrecha relación con otros dominios cognitivos, especialmente con las funciones ejecutivas y la atención. Si esta relación (memoria-atención-funciones ejecutivas) presenta alteraciones, existirá un déficit en la codificación, almacenamiento o recuperación de la información. De hecho, muchos de los problemas de memoria por los que se consulta, en realidad son alteraciones atencionales o del dominio ejecutivo.

Las investigaciones realizadas nos indican que la sustitución funcional y la compensación son las alternativas de mayor éxito en comparación de la realización de ejercicios repetitivos. Así, el objetivo para rehabilitar la memoria irá encaminado a los cambios funcionales, potenciando las habilidades cognitivas que se tengan preservadas, principalmente atencionales y ejecutivas. Por otro lado, estos estudios han informado de los buenos resultados obtenidos con ayudas externas, donde destacan los diarios, los libros de memoria o las agendas, ya que reducen la demanda sobre la memoria, al mismo tiempo que proporcionan un “avisador físico” para recordar la información.

Cabe señalar que, para aquellas personas con déficit neuropsicológico severo, deterioro progresivo o amnesias graves, una estrategia compensatoria eficaz se basa en las modificaciones ambientales (dibujar flechas que indiquen rutas, dejar objetos a la vista que recuerden que una tarea está pendiente de realizarse, utilizar un dispositivo electrónico donde aparezca la cara y nombre de sus terapeutas, etc.), no obstante, el propósito de este post es el de indicar ejercicios que se encuentran enmarcados en el programa de rehabilitación cognitiva y que están dirigidos a las actividades y elementos de la vida cotidiana. Se trata de trabajar la memoria, en interacción con nuestros familiares y allegados.

El primer ejercicio que se propone es crear en casa un “lugar de la memoria diaria”.

Para ello vas a necesitar una agenda pequeña y has de elegir un espacio de la casa para depositar por la noche todos aquellos objetos personales imprescindibles para el funcionamiento diario (cartera, llaves, gafas, reloj, teléfono, etc.). En la agenda vas a apuntar, justo debajo de la fecha, todas las citas o cosas que vas a hacer al día siguiente, depositándola junto al resto de cosas. A la mañana siguiente, vas al lugar de la memoria diaria, repasas tu agenda y coges aquellos objetos que necesites en ese momento para comenzar el día. Puedes repasar la agenda las veces que necesites y recuerda que al finalizar el día todos los objetos deben volver a este lugar. Con ello se consigue un aprendizaje sin error y estarás apoyándote en la memoria procedimental, un tipo de memoria que difícilmente presenta alteraciones en personas con enfermedades neurológicas.

El segundo ejercicio que se propone es el denominado “Método Loci” o palacio de la memoria.

Consiste en asignar las distintas palabras que queremos memorizar a diferentes lugares físicos imaginarios. Vamos a explicarlo; seguro que conoces bien tu casa, desde la puerta de entrada en la calle, hasta la habitación del fondo en la que tiene unas cortinas que te gustan. Pues bien, se trata de memorizar una serie de “estaciones” de tu casa.

Por ejemplo: puerta de entrada, ascensor, puerta del piso, recibidor, salón, baño pequeño, cocina, pasillo, baño grande, y habitación de matrimonio. Se trata de un ejemplo, pero seguro que tu casa también tiene 10 estaciones que puedes identificar mentalmente y recorrerlas en ese orden. Una vez hayas memorizado las estaciones en orden (esto no te costará casi nada porque la información que estás utilizando es muy familiar) ya tienes construido tu palacio de la memoria, ahora vamos a llenarlo. Imagínate que tienes que memorizar una lista de la compra: arroz, salmón, latas de atún, tomate, ajos, manzanas, aceite, zumo de naranja, servilletas y leche.

Lo siguiente es colocar imágenes “exageradas” de cada producto de la lista de la compra en cada una de las estaciones del palacio de la memoria que has construido. Ejemplo: en la puerta de entrada imaginas a unos novios a los que se les está tirando arroz porque se acaban de casar; en el ascensor te acompaña un salmón gigante que te guiña un ojo; en la puerta del piso, la cerradura es una lata de atún abierta y está goteando aceite; en el recibidor hay una tomatera gigante repleta de tomates rojos, etc. Así hasta que hayas completado todas las estaciones de tu palacio. Lo siguiente es utilizar el palacio de la memoria cada vez que lo necesites con una actividad diferente, lista de la compra, nombres de tus vecinos, títulos de películas o series, etc.  Si te ha quedado alguna duda, puedes buscar en internet un video que se llama “te muestro paso a paso cómo hacer un palacio de la memoria”.

El tercer ejercicio que se propone es el entrenamiento de la memoria prospectiva.

La memoria no es sólo recordar cosas que ya pasaron, también es recordar hacer cosas en el futuro, como acudir a la cita con el dentista, pagar el recibo del seguro el día diez de cada mes o realizar los ejercicios de rehabilitación cognitiva que me han indicado en CIEN. Para ello, en la agenda que tienes en el “lugar de la memoria” (recuerda el primer ejercicio propuesto) vas a anotar los lunes, miércoles y viernes que tienes que apagar la televisión a la hora de comer y que los martes, jueves y domingo a las nueve de la noche vas a organizar los envases, vidrios y cartones utilizados en casa para reciclarlos. Lo siguiente es preparar un tema de conversación agradable (evitar la política, el futbol, etc.) para los días que se come en casa sin televisión y programar una salida a las nueve de la noche para reciclar en los contenedores cercanos. Una vez se hayan convertido en tareas cotidianas, añadir otras como ordenar la ropa los domingos y viernes por la tarde o llamar por teléfono a familiares los sábados por la mañana para mantener el contacto.

 

Te animo a que realices estos ejercicios sencillos para mantener la memoria en buena forma y adquirir rutinas beneficiosas en tu vida diaria. En el próximo “post” se indicarán ejercicios de atención para realizar en casa.

Departamento de psicología y neuropsicología del Centro Integral de Enfermedades Neurológicas de la Asociación Española de Esclerosis Múltiple de Albacete.

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