Pero no son estas las únicas secuelas que pueden quedarnos. Existen otro tipo de secuelas físicas como problemas circulatorios, cardiacos y neurológicos derivados de la propia enfermedad o incluso del encamamiento, sobre todo en pacientes que han tenido que permanecer largas temporadas en la UCI.
En todos estos casos, la fisioterapia puede resultar una herramienta muy útil y necesaria para la mejora de la calidad de vida en todos estos aspectos:
- Resolución o mejora de edemas y problemas circulatorios
- Atrofia muscular
- Falta de movilidad
- Alteraciones del equilibrio y la coordinación
- Dolores derivados de la inmovilidad
- Alteración del patrón y la capacidad de marcha
- Intolerancia al esfuerzo…
Ante estos problemas, el fisioterapeuta, incluido dentro de un equipo multidisciplinar, es el profesional indicado para valorar qué técnicas y ejercicios son los más indicados en cada persona y en cada fase de recuperación, enfocados siempre en mejorar la independencia del paciente
Fuentes
https://www.separ.es/ (Página web de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica)
Actualización en Fisioterapia en la afectación del COVID-19 (campus del Consejo General de fisioterapeutas de España)
Departamento de Fisioterapia del Centro Integral de Enfermedades Neurológicas de la Asociación de Esclerosis Múltiple