La prevalencia de la enfermedad en las poblaciones emigradas es mucho mayor que la detectada en sus países de origen
La esclerosis múltiple es una enfermedad neurodegenerativa que padecen cerca de 2,3 millones de personas en todo el mundo más de 46.000 en España, sobre todo mujeres. Una enfermedad de la que, solo en nuestro país, se diagnostican cada año más de 1.800 nuevos casos. Sin embargo, la causa por la que se desarrolla la esclerosis múltiple permanece aún a día de hoy desconocida. De hecho, los estudios sugieren que es una consecuencia de distintos factores ambientales y, sobre todo, genéticos –caso, entre otros, de la etnia–. Sin embargo, un nuevo estudio dirigido por investigadores de laUniversidad Reina María de Londres (Reino Unido) muestra que la importancia de los factores ambientales es mucho mayor de lo que se pensaba.
Como explica Klaus Schmierer, director de esta investigación publicada en la revista «Multiple Sclerosis Journal», «la esclerosis múltiple es una enfermedad en la que juegan un papel tanto la herencia genética ancestral como los factores ambientales. Sin embargo, no conocemos qué grado de influencia ejerce cada uno sobre el riesgo de desarrollo de la enfermedad».
Pero como continua Klaus Schmierer, «en nuestro estudio hemos encontrado que las poblaciones de origen asiático y africano que viven en Londres tienen una probabilidad mucho mayor de desarrollar la esclerosis múltiple que la gente de sus mismas etnias que habitan en los países de origen. Así, nuestros resultados sugieren que el ambiente juega un papel fundamental en el riesgo de aparición de la enfermedad, lo que a su vez implica que el contexto genético individual pueda tener una menor importancia».
Mayor prevalencia
Para llevar a cabo el estudio, los investigadores analizaron los historiales médicos 907.151 usuarios de los centros de salud de cuatro barrios del este londinense –Tower Hamlets, Newham, Hackney y City of London– para conocer la prevalencia de la esclerosis múltiple en la zona y el origen étnico de los afectados.
De acuerdo con los resultados, en el este de Londres conviven 776 pacientes diagnosticados de esclerosis múltiple, por lo que la prevalencia de la enfermedad se establece en 111 casos por cada 100.000 habitantes. Además, la prevalencia es mucho mayor en las mujeres –152 casos por cada 100.000 habitantes frente a 70 en los varones– y en los individuos de raza blanca –180 casos por cada 100.000 personas blancas frente a 74 en los individuos de raza negra y a 29 en las personas étnicamente ligadas a los países del sur de Asia.
Unos resultados, por tanto, esperables: la prevalencia de esclerosis múltiple es mayor en la población blanca y en las mujeres. Sin embargo, los resultados también muestran que la prevalencia de enfermedad entre los londinenses de raza negra o con un origen ancestral en el sur de Asia es mucho mayor que la de las personas que habitan en los países originales de sus etnias. Por ejemplo, en el caso de la raza negra es de 74 casos por cada 100.000 londinenses de la misma etnia y, por tanto, muy superior a la observada en el país subsahariano con mayor prevalencia de esclerosis múltiple –Ghana, con 0,24 casos por cada 100.000 habitantes.
De la misma manera, y por lo que respecta a los londinenses étnicamente ligados a los países del sur de Asia, la prevalencia es de 29/100.000 y, de nuevo, significativamente mayor a las de los países originales de sus etnias: India (7/100.000) y Pakistán (5/100.000).
Factores de riesgo londinenses
Y estas mayores prevalencias observadas en Londres, ¿no podrían explicarse porque los sistemas sanitarios de países como Ghana, India o Pakistán cuentan con menos recursos y, por tanto, el número de diagnósticos, que no de casos, es menor? Pues según apuntan los investigadores, no. O por lo menos, refiere Klaus Schmierer, «no es suficiente para explicar las grandes diferencias en la prevalencia observadas entre estos territorios».
Tal es así que, indican los autores, «una explicación alternativa, o adicional, sería que vivir en Reino Unido conlleva la exposición a factores ambientales o comportamientos que facilitan el desarrollo de la esclerosis múltiple. Por ello, vamos a poner en marcha nuevos estudios para analizar este hallazgo».
No en vano, y si bien los investigadores reconocen que los resultados se limitan a la zona de Londres, razón por la que su extrapolación a otras zonas o países debe llevarse a cabo con cautela, «si pudiéramos identificar este grupo de factores de riesgo y estimar cuál es su relevancia, entonces podríamos tomar medidas para eliminar estos factores y, potencialmente, erradicar la esclerosis múltiple», concluye el director del estudio.