Hace unos meses era inviable predecir que nos íbamos  a ver afectados por una pandemia, que nos paralizaría a nivel mundial durante algunos meses. Actualmente vivimos con muchos condicionantes, limites, miedos, incertidumbre e inseguridad, por no tener conocimiento de cuando podremos volver a la antigua normalidad, donde éramos personas libres, sin tantas normas y límites de higiene en las relaciones interpersonales para evitar el contagio del coronavirus.

La situación sanitaria que estamos viviendo está causando entre la población y en especial en nuestro colectivo síntomas como: nerviosismo, incertidumbre, miedo al contagio por ser colectivo de riesgo por la toma de inmunodepresores del sistema inmunológico, falta de apetito, dificultades para conciliar el sueño…

Hoy nos vamos a centrar en las dificultades para conciliar el sueño, aspecto en muchas ocasiones descuidado.

El descanso es uno de los aspectos más importantes para conseguir el bienestar físico y psicológico sobre todo en personas afectadas de Esclerosis Múltiple.

A la vuelta del confinamiento, nos hemos encontrado que bastantes usuarios  presentaban alteraciones del sueño, aspecto que condiciona de forma considerable el estado de bienestar de este colectivo, teniendo en cuenta que es importantísimo mantener un horario de sueño de entre 6 y 8 horas, para la recuperación del malgasto de energía que se hace de forma diaria, donde los pacientes de Esclerosis Múltiple una de las  sintomatologías que presentan es la fatiga que les limita de forma considerable en el día a día y en sus actividades de la vida diaria, y que se agudiza sino se produce un descanso satisfactorio que puede verse afectado de forma considerable por el estrés y la incertidumbre de la época que estamos viviendo, más el miedo al contagio por ser colectivo de riesgo.

El descanso es uno de los cimientos de bienestar físico y psicológico. En caso de tener dificultades en el descaso a causa de la ansiedad ante la situación actual pueden seguirse una serie de pautas:

  • 2 horas antes de dormir, es conveniente no mirar pantallas y volvernos al analógico.
  • El final del día es buen momento para leer, escribir, meditar, reposar, hablar, dibujar con los aparatos eléctricos apagados.
  • Si se usa el móvil como despertador debemos ponerlo siempre en modo avión y no utilizarlo para nada más.
  • Cenar de forma ligera evitando comidas copiosas y hacerlo con al menos un par de horas de antelación al momento de acostarse.
  • No consumir alcohol durante la cena, ni cafeína a partir de las 4 o 5 de la tarde.
  • Reservar el dormitorio exclusivamente para dormir, excluyendo por tanto actividades que requieran actividad mental, reservarlo exclusivamente para el descanso.
  • Mantener una buena temperatura ambiental en el dormitorio y reducir la cantidad de luz todo lo posible.

Tras media hora en la cama sin poder conciliar el sueño, nos levantaremos y nos iremos a otro lugar del hogar para realizar alguna actividad que no nos active, es decir, algo aburrido o muy relajante, por ejemplo, leer un periódico viejo o algún libro que tengamos que no nos interese para nada. De nuevo evitar pantallas o el móvil, así como activarnos de cualquier modo. Mantener las luces de baja intensidad. En el instante que notemos que nos invade la sensación del sueño, interrumpiremos lo que estuviéramos haciendo y volveremos a la cama a dormir. Podemos repetir el procedimiento todas las veces que sea necesario, también si se produce un despertar a lo largo de la noche.

Si al día siguiente tenemos la sensación de haber dormido poco o no haber descansado nada, es importante mantener el horario para no desajustar nuestra rutina y favorecer el sueño de la próxima noche. Es decir, nos levantaremos a la hora que teníamos prevista e intentaremos aguantar despiertos hasta la noche siguiente, las siestas pueden interferir en nuestro sueño nocturno.

Referencias: Confinamiento ante la amenaza: un reto psicológico (UTC) Universidad de Barcelona Facultad de Psicología.

Departamento de Psicología del Centro Integral de Enfermedades Neurológicas de la Asociación de Esclerosis Múltiple

 

Share This