La atención es la piedra angular de las funciones cognitivas debido a que su participación es necesaria para el buen funcionamiento del resto de dominios cognitivos. Ha sido definida como la habilidad mental para generar y mantener un estado de activación que debe permitir el procesamiento de la información, seleccionar información entre diferentes fuentes disponibles e inhibir aquello no sea importante en ese momento. En muchas ocasiones (más de las que pensamos), las alteraciones atencionales son confundidas con problemas de memoria, pero realmente lo que sucede es que la persona presenta problemas en el mantenimiento de la atención, tiene problemas para inhibir interferencias o no puede generar la activación necesaria para estar concentrada. Por ese motivo, no puede grabar (codificación) la información en ese momento y, por tanto, ni puede almacenar ni recuperar esa información.
Existe una aproximación a la rehabilitación de las dificultades atencionales que es inespecífica en la medida que llegan a considerar la atención como una función unitaria, planteando la aplicación de distintas tareas atencionales de forma generalizada sin distinguir entre sus componentes. En el centro CIEN, consideramos que el enfoque más apropiado es el de trabajar los procesos alterados de forma específica en cada usuario, a través de una evaluación exhaustiva que permita obtener información de la atención sostenida, dividida, alternante y de su función ejecutiva, es decir, el componente de la atención que decide dónde llevar el foco en cada momento y qué información es la que tiene que atender o inhibir. Una vez identificado el tipo de alteración, se trabaja de forma específica en el problema detectado, apoyándose en aquellos componentes de la atención que se mantienen preservados. A continuación, vamos a indicar unos ejercicios que se encuentran enmarcados en el programa de rehabilitación cognitiva y que están dirigidos a trabajar los distintos procesos atencionales en las actividades y elementos de la vida cotidiana.
Después de un tiempo de 40 minutos tenéis que comprobar que ambos tenéis las mismas rayas apuntadas o la misma cantidad de garbanzos. Este ejercicio hay que realizarlo cinco veces por semana.
El segundo ejercicio va dirigido a la atención dividida, unas veces tendrás que atender a palabras y otras a lo que sucede en la calle. La tarea se divide en periodos de cinco minutos con un total de 20 minutos, por lo que habrá cuatro periodos de cinco minutos.
Al igual que en el ejercicio anterior, necesitaras apuntar en un papel o utilizar fichas, garbanzos, etc. y esta vez se añade un reloj para controlar cada periodo de cinco minutos. En el primer periodo tienes que asomarte por la ventana (si puedes hacerlo con ella cerrada mejor) para ir contando todos los coches que pasan por la calle e ir apuntándolos o introduciendo una ficha en el vaso. Una vez transcurridos los cinco minutos, tienes que sentarte y escuchar un programa de radio en el que esta vez tienes que identificar la palabra “y”. Cada vez que escuches la palabra “y” tienes que apuntarla en otro apartado de la hoja o introducir una ficha en un vaso distinto al de los coches.
Transcurridos los cinco minutos, tienes que volver a la ventana e ir contando coches nuevamente apuntando en el apartado correspondiente a coches. Al finalizar este periodo, vuelves a sentarte a escuchar la radio y nuevamente, cada vez que escuches la palabra “y” tienes que apuntarla en el apartado de correspondiente a la palabra “y”. Si puedes hacer este ejercicio en compañía, se puede ir intercalando los puestos de forma individual (cada uno hace su registro), mientras uno cuenta los coches que pasan por la calle, otro puede ir contabilizando todas las veces que se dice la palabra “y”, pero ambos deben pasar por los cuatro periodos de cinco minutos. Este ejercicio se recomienda hacerlo dos veces por semana.
El tercer ejercicio va dirigido a la atención alternante porque tendrás que alternar números con letras. El ejercicio hay que realizarlo mentalmente o utilizando bolígrafo y papel, depende de si puedes escribir o no. En el caso de hacerlo mentalmente vamos a utilizar los meses dela año y los números hasta el doce. Siempre empezamos con el mes y no se pueden juntar dos meses y tampoco se pueden juntar dos números. La secuencia tiene que ser ordenada.
Se inicia el ejercicio para que veas cómo es: enero-1-febrero-2-marzo-3-abril-4…, una vez hayas completado la secuencia de forma mental y alternado mes-número-mes-número, tienes que repetirla a la inversa, esto es: diciembre-12-noviembre-11-octubre… Para los que puedan hacerlo con papel se trata de generar series con el abecedario y con los números del 1 al 27. Siempre empezamos con letra y no se pueden juntar dos letras y tampoco se pueden juntar dos números. La secuencia tiene que ser ordenada.
Se inicia el ejercicio para que veas cómo es: A-1-B-2-C-3-D-4… Se cuenta con un tiempo máximo de dos minutos para realizar la tarea. Al finalizar, hay que darle la vuelta a la hoja para no ver lo que se ha escrito antes y hacerlo al revés, pero en esta ocasión cuentas con cinco minutos porque es un ejercicio que tiene su dificultad.
Te animo a que realices estos ejercicios sencillos para mantener la atención, recuerda que se trata de la piedra angular de las funciones cognitivas. En el próximo “post” se indicarán ejercicios de planificación e inhibición para realizar en casa.
Departamento de psicología y neuropsicología del Centro Integral de Enfermedades Neurológicas de la Asociación Española de Esclerosis Múltiple de Albacete.