La coordinación podría ser definida como la habilidad para realizar diferentes movimientos de todos nuestros músculos de forma ordenada, precisa y rápida; de modo se produzca una sincronía entre las órdenes que envía nuestro cerebro y la ejecución de ellas por nuestro cuerpo. Un desarrollo dificultoso o enlentecido de dicha sincronía, podría impedir el óptimo funcionamiento e implicación en nuestras actividades diarias.

En este proceso, multitud de estructuras cerebrales se van a ver involucradas, pero el cerebelo es una de las regiones más implicadas en esta función y se estudia como lo es por tanto también en los procesos cognitivos, interaccionando con lóbulos temporal, frontal  y parietal.

El trabajo de coordinación nos ayuda a generar y fomentar conexiones nerviosas, estimulando de forma directa nuestro cerebro, integrando tanto la mente como el cuerpo y acelerando los procesos de aprendizaje.

Beneficios:

  • Control y eliminación de hábitos de estrés.
  • Desarrollo y mejora del autocontrol.
  • Fortalecimiento de funciones ejecutivas:
      • Atención
      • Flexibilidad cognitiva
      • Memoria
      • Planificación
      • Velocidad de procesamiento

Podemos utilizar estos ejercicios como propio aprendizaje o hacerlos previo a alguna otra actividad que nos requiera de mayora atención, lo que nos ayudará a preparar nuestra mente para ello; así como un calentamiento cuando hacemos deporte.

Nayara Sánchez, Terapeuta Ocupacional del Centro Integral de Enfermedades Neurológicas de la Asociación de Esclerosis Múltiple.

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