Una de los objetivos que se trabajan desde el departamento de psicología con las personas afectadas de enfermedades neurodegenerativas, es enseñarles a escuchar su cuerpo, para aprender a gestionarse a ellos mismos sus emociones y reencuadrar pensamientos y creencias que les pueden llevar a no evolucionar en la enfermedad que están padeciendo y poder llevar una vida plena dentro de las limitaciones que la enfermedad les provoque.

Cuando se padece una enfermedad neurodegenerativa, de forma generalizada, en la mayoría de los casos, tenemos que mencionar la problemática asociada de estabilidad emocional que va ligada a lo físico.

Debemos tomar conciencia de que cada emoción causa una respuesta sobre nuestro organismo, ya que somos una unidad indivisible y por lo tanto aquello que nos afecta, no lo hace a una única parte de lo que somos, sino que tiene un impacto sobre todo nuestro ser, y una mala gestión emocional puede impedir la recuperación de un ictus, provocar un brote en esclerosis múltiple, o evolucionar de forma desfavorable en cualquier patología.

Los bloqueos emocionales son emociones reprimidas,  unas veces una enfermedad nos hace sentir mal emocionalmente porque no nos permite llevar la vida que teníamos hasta el momento del diagnostico y después en la recuperación o tratamiento. Otras veces nuestros pensamientos y sentimientos tienen tal poder, que pueden crear enfermedades que se vuelven crónicas y permanecer con nosotros de por vida.

La mala gestión de la salud mental  puede  provocar ansiedad, depresión, estrés, pueden debilitar nuestro sistema inmunológico o de defensa y nos hace más vulnerables a ciertas enfermedades o dificulta la recuperación de las mismas. 

No obstante, en la actualidad la relación entre estrés y sistema inmunológico se ha trazado adecuadamente a través de estudios científicos.

El estrés aumenta la liberación de adrenalina, entre otros neurotransmisores, la adrenalina se une a los glóbulos blancos o células de defensa y por lo tanto las mismas ya no son capaces de actuar adecuadamente frente a un patógeno, ya que su receptor está ocupado por la excesiva concentración de adrenalina causada por el estrés.

A través de este mecanismo es posible explicar cómo determinadas emociones, por ejemplo el miedo, son capaces de debilitar nuestro organismo hasta causar una amplia sintomatología física en el mismo

Son factores a tener en cuenta para reflexionar acerca de la relación mente-cuerpo y como la gestión emocional es clave para una buena calidad de vida.

Las emociones se sienten en el cuerpo. Dependiendo de si son emociones positivas o negativas  tienen frecuencias diferentes

Las emociones negativas acumuladas en el tiempo producen un bloqueo emocional que afecta a nuestra salud, no solo mental sino también física.

Esta toma de conciencia es un paso fundamental para superar los bloqueos emocionales que nos pudieran afligir.

Aligerar nuestra carga emocional nos ayuda a evitar malestares psicosomáticos. No se trata de huir de lo que ocurre en nuestro cuerpo sino de aceptarlo. Así que… si estás cansado, descansa; si tienes frío, abrígate; si tienes ganas de comer… come y si tienes ganas de llorar, ¡hazlo! Y si te duele el cuerpo… escúchalo, él es sabio y te guiará.

Un bloqueo emocional puede percibirse claramente como una barrera que nos ponemos a nosotros mismos y que nos impide actuar con serenidad en nuestro día a día, aprender a vivir con la enfermedad, buscar alternativas a las limitaciones,  experimentar un bloqueo en nuestras emociones nos impide también pensar con claridad y nos presenta una dificultad para desarrollarnos en muchos aspectos de nuestra vida.

Si bien un bloqueo emocional puede generarse de múltiples formas, en este caso con la no aceptación de enfermedades neurológicas, lo cierto es que habitualmente encontramos tras el mismo una sensación de miedo e inseguridad que cuando se instaura en nuestra mente nos paraliza.

En numerosas ocasiones el bloqueo emocional actúa como un mecanismo de defensa bajo la premisa de esconder aquello que nos hace inseguros frente al medio externo que nos rodea, aunque obviamente en realidad esto nos impide lograr un estado que sí sería altamente positivo: aceptar lo que somos y valorarnos por lo mismo, lejos de querer ocultarlo.

Una adecuada gestión emocional es imprescindible para superar esta sensación de parálisis y turbulencia ocasionada por la represión de nuestras emociones es imprescindible combatir el pensamiento negativo y adquirir un punto de vista positiva sobre la situación, ya que esto ayudará a trascender el bloqueo.

Afortunadamente hoy en día disponemos de diversas herramientas holísticas que nos ayudan a liberarnos de bloqueos emocionales y en consecuencia también cuidar nuestra salud física, terapia cognitiva – conductual, terapia icónica,    PNL (programación neurolingüística favorece a través del autoconocimiento y las visualizaciones la reprogramación del pensamiento, de nuestro lenguaje y conducta aliviándonos de estados no deseados), Mindfulness, entre otras.

Estas herramientas de salud integral, aplicadas por un profesional adecuado, actúan como generadoras de poderosos cambios que nos permiten superar el bloqueo emocional, restaurar el equilibrio en el flujo energético de nuestro organismo y disfrutar de un mejor estado psíquico y físico, movilizando toda nuestra energía hacia nuestras metas, aprendiendo a vivir con la enfermedad.

Referencias: página neuroemotiva

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