Es importante comenzar diciendo que cada niño presenta su propio ritmo de aprendizaje, madurez y por consecuente distinto ritmo de desarrollo del lenguaje, pero debemos tener en cuenta ciertos signos que nos deben alertar, ya que pueden estar indicando que el desfase entre la edad cronológica del niño y su capacidad para comunicarse se desvía de lo que entendemos “rango de la normalidad”. En este caso sería importante la valoración por parte del Logopeda puesto que es fundamental realizar un tratamiento precoz.
Algunos de los signos que nos ponen en alerta durante el desarrollo de nuestro pequeño, serían los siguientes:
- Poca o nula existencia de balbuceo durante los primeros meses.
- No mantiene el contacto visual.
- No presta atención cuando le hablan.
- La aparición de las primeras palabras va más allá de los dos años.
- Uso excesivo del gesto como medio de comunicación.
- Habla ininteligible.
- Vocabulario muy reducido y presencia de dificultad para adquirir nuevas palabras.
- Frases simples.
- Tiene dificultades para imitar sonidos.
- Deficientes resultados en la repetición de palabras o frases.
- Presencia de dificultades para entender órdenes verbales sencillas.
- Poca intención comunicativa.
- Niño socialmente retraído.
- Torpeza motora.
Hablamos de la importancia de una detección precoz y de un tratamiento precoz para que el desfase que pueda presentar el niño se compense cuanto antes, esto ayudará a que el niño adquiera seguridad y confianza para relacionarse con los demás. Cuando el desfase supera la edad mínima de adquisición del lenguaje ,a partir de los seis años, se consideraría patológico y hablaríamos de un trastorno más severo conocido como disfasia o trastorno específico del lenguaje, TEL.
Se trata de un trastorno en la adquisición del lenguaje oral, originado por una lesión en las áreas del cerebro específicas del lenguaje, la cual se manifiesta en una alteración en la expresión y comprensión del lenguaje.
Los niños con disfasia pueden tener dificultades para entender lo que otra persona está diciendo, y no ser capaces de expresarse de forma coherente. Durante el habla, les cuesta encontrar las palabras adecuadas, por lo que algunas veces utilizan palabras que no tienen sentido. Suelen ayudarse de la mímica o gestos para poder expresarse.
Departamento de Logopedia